domingo, 1 de abril de 2012

Tomarse el siete es un laburo.

Hola hola, alguien recuerda a este ser sensual? ok no. Eliminé todo, y dije C'MON, EMPIEZO DE CERO.

Este mes estuve de aquí para allí, tomandome variados medios de transporte para ir a variados lugares. Al que más suelo recurrir es al siete, para volver a mi casa los martes y jueves. El Siete, a la hora que lo tomo, hora pico, claramente, es el infierno en persona. Es como una bolsa de sugus, no sabes cuantos colores distintos podes tener.
Con colores no me refiero a negros y blancos, ni a nada de eso, me refiero a la cantidad de personalidades diferentes que uno se puede encontrar.
A la hora que viajo, y con los quilombos que tengo en la cabeza, lo que menos quiero tener que hacer es tomarme un bondi lleno de gente. Pero bueeeeeno, no voy a caminar de congreso las... 15 cuadras? o menos, que son hasta mi casa.
El otro día, iba a subir con dos amigas, y bueno, estabamos felices haciendonos pasar por turistas y dicendo 'Oh god, that's beatiful', cuando, bueno, viene un siete. Esperamos que suba la larga cola, y bueno, sube Vico, Sube Mimi y cuando SUBO YO, que hacen? 'Flaca, somos muchos, bajá'. Entonces, resignada, ahogada de calor, y con una bronca de acá a chainalandia, me bajé. Vico y Mimi solo pudieron mirarme con gran confusión y el siete siguió su camino. Espero toqueteando la pegajosidad de mi Sube, hasta que llega otro, lleno pero LLENO de viejos.
Subo, tranquila, pago 1,20 y me quedo abrazada a un palo porque si no me iba al chorizo. El murmullo típico empezó a fluir, pero de todas conversaciones como 'Mi cadera ya no da' 'Esta verdura está cada vez más cara' 'La medicación no me hace efecto' etc, etc.
Lo que menos esperaba era la gran movilización de total locura que hicieron. En una, un viejo grita "ATRÁS DE TODO HAY ASIENTOS!!" El bondi, hasta las manos, tuvo que abrirse, ahogarse contra las ventanas, saltar, y muchas más cosas ninjas, para que los viejos comprobaran, obviamente, que atrás no había asientos, y volvieran a sus puestos. Cuando llegué a mi casa mi vieja me dijo que tenía olor a viejo, oks.


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